La gracia de las desgracias

¿Cómo divulgar algo real que parece ficticio... sin que la gente te tome por desequilibrado mental?
¿Cómo ser tú mismo... sin que la gente saque desesperadas conclusiones sobre tu personalidad?

Cuando crees que eres diferente, es cuando menos lo eres... y es entonces cuando más deseas serlo... queriendo pasar a vivir nuevas experiencias vitales, disfrutar de la vida que se te ha otorgado desde otro punto de vista y, en definitiva, vivir las cosas de una forma menos material.
El bienestar espiritual sobrepasa mil veces al mental, y éste mil veces al físico. Pero no piensas en ello en el día a día.
Quizás una marca, una dura cicatriz en el transcurso de tu vida te hace cambiar de parecer acerca de todo aquello que te rodea...

Las personas con una vida mas triste son aquellas qe más la valoran...las desgracias son regalos de los cuales las personas que prescinden de las mismas no pueden disfrutar, eso tergiversa el verdadero estado sentimental de los seres humanos.
El sentimiento de melancolía es muy puro... y es lo que te da una fuerza y una credibilidad inmensas que aferran tus pies al suelo, fortalecen tus pasos, tus actos, tus voluntades, como si unas botas de plomo calzaras.

Las imágenes del pasado que te empujan a hacer algo bueno por los demás, a mostrar cariño en vez de rencor, y a no derrochar dinero sino amor... imágenes de remordimiento pero también de añoranza, imágenes provocadas por personas a las cuales la vida debes... y que cuando recuerdas te persiguen hasta el fondo para atacar tu punto más vulnerable, provocando heridas de doloroso placer... como si el corazón te vapulearan, o tus ya heladas venas agrietaran.
Esas mismas imágenes son las que deberás guardar como un tesoro y llevar contigo durante tu viaje, el de experimentar nuevas sensaciones... como siempre, a su debido momento...